
Desde sus inicios –y aún antes de alcanzar formalidad jurídica- la Fundación Vamos a Andar puso su mejor esfuerzo al servicio del pueblo riojano. Menores que luchan por vencer su adicción al alcohol y las drogas, enfermos mentales, pequeños emprendedores, productores y cooperativistas, entre otros, han sido los partícipes, destinatarios y protagonistas principales de una intensa labor llevada a cabo con directivos, técnicos, personal de planta y voluntarios de la Fundación. En esa primera etapa nacieron construcciones colectivas, con objetivos a corto, mediano y largo plazo. Estos programas fueron iniciativas llevadas adelante con recursos genuinos, provenientes básicamente de donaciones de particulares y el aporte económico de la presidenta de la entidad. Fueron también nuestro “taller” de aprendizaje, a partir del cual fue posible ampliar cuantitativa y cualitativamente nuestros programas, hasta alcanzar pleno desarrollo en veinticinco (25) barrios de la ciudad Capital de La Rioja.
